Este encantador restaurante, en su mayoría al mediodía, es una anomalía en España en general y especialmente en la cariñosa Navarra. Excepto durante el festival de San Fermín, cuando vuelven a las formas carnívoras para satisfacer a las hordas, Sarasate es estrictamente vegetariano y lo es desde 1979. Los menús son bastante limitados, presentando los sospechosos habituales como arroz cremoso con champiñones, un strudel de espinacas y queso feta. queso y pimientos verdes asados rellenos de tofu y verduras mixtas. La mayoría de los platos son sin gluten y muchos son veganos. Todas las comidas son de precio fijo, con jugos de fruta adicionales.