Las sidrerías forman parte del patrimonio cultural y gastronómico de esta tierra. Antiguamente la gente se acerca a los caseríos que elaboraban sidra para degustarla y luego comprar la que más les gustaba en botella. Así las sociedades gastronómicas entre otras se pueden comprar para su consumo. Se compartieron los alimentos mientras probaban la sidra de las kupelas. Hoy muchas cosas han cambiado, pero la gente sigue viniendo a disfrutar de la sidra, la tortilla de bacalao, nuestros chuletones a la parrilla y otros platos de la carta. Pero sobre todo, siguen viniendo a pasar un buen rato y compartir el ambiente festivo y jovial que se crea en torno a las kupelas. Esta casa es el resultado de nuestro esfuerzo por mantener vivas las tradiciones.