Desde el 1 de junio de 2014.Muchos asocian a Buenos Aires con los bares. Ocurre que los bares de Buenos Aires se hicieron famosos en todo el mundo porque captan la esencia del porteño clásico. Todo porteño siempre cuenta con cinco minutos para una charla de bar con un amigo. O con un conocido. O con alguien con quien se ha encontrado y, café o cerveza mediante, debe dirimir algunas de las cuestiones fundamentales del momento: fútbol, política, mujeres, autos, moda, economía, lo que sea.En SALTAVIOLETA, queremos transportar por un instante esta atmósfera, tomando un exquisito café, acompañado de la típica factura argentina que se puede encontrar en aquel país, vaya donde uno vaya. Las medialunas de manteca, los vigilantes, las tortitas negras, las berlinesas, los cañoncitos, milhojas, sacramentos. Todos ellos con la variante del protagonista más famoso, el Dulce de Leche nuestro de cada día. Claro que para que esta sensación se pueda vivir completa teníamos que invitar a venir con nosotros a los tostados de jamón y queso, tan presentes en los cafés de la ciudad.Al igual que el ritmo de la ciudad cambia a cada hora, SALTAVIOLETA sigue ese pulso y se transforma en restaurante con las típicas pizzas y empanadas, sandwiches triples de miga y picadas bonaerenses a los que se suman las ensaladas, tortillas, tablas de quesos y fiambres, y repostería. Y por las tardes noches la terraza frente al mar con sus chillout se muestra con una movida y concurrida barra de copas y tragos para ir viendo la gente pasar. Todo acariciado con Música agradable, ambiente cuidado, diseño, amplias paredes de vidrio que dejan entrar el sol y las vistas a la playa.PORQUÉ SALTAVIOLETA?Los argentinos tuvimos un personaje entrañable, ya hace unos cuantos años, Carlitos Scazziotta, un payaso que se consagró como tal en “El Circo de Marrone”, un programa de TV de los años 60′ y 70′. En él eran esperadas sus apariciones con su perrita de peluche y su célebre frase “Salta Violeta” que caló tanto en todos los argentinos.