Esta popular taberna que abrió sus puertas hace más de 50 años en pleno barrio de Chambería, sigue conservando los platos castellanos de aquella época: Su inigualable ensaladilla y sus exquisitos callos "con mucho morro", sus platos de cuchara y sus arroces, insuperables en Madrid, elaborados de forma casera, a este restaurante un toque tradicional.