Bajo una decoración rústica, este local forma parte de los asadores más antiguos de la ciudad. Amplios salones y comedores privados son frecuentados a diario para los habituales del restaurante La Bellota, y se convierten, en ocasiones, en el espacio más indicado para todo tipo de celebraciones. Entre sus especialidades destacan las sabrosas carnes y pescados a la brasa y tablas de embutidos ibéricos.