Lástima que Hemingway no vivió lo suficiente para comer en Casa Salvador. El lugar es una inmersión instantánea en la decoración andaluza y el culto a la corrida de toros. El dueño es un aficionado de la corrida y tiene fotos de toros, toreros y corridas de toros en todas partes. La comida es tan sencilla y no se ve afectada como la atmósfera es abrumadora. Las especialidades de la casa incluyen una deliciosa cazuela de judías blancas y jamón. Si las fotos del toro no te molestan, opta por una chuleta de ternera a la plancha o un filete de solomillo delicioso pero sabroso.