Este hotel junto a la playa es lo suficientemente elegante para una escapada en pareja, pero tiene suficientes actividades (piscinas cubiertas y al aire libre, sauna, mini golf y cancha de tenis) para mantener a toda la familia entretenida. Para esa escapada romántica, considere una de las habitaciones con balcón o terraza y vistas al mar. Muchas de las otras habitaciones tienen vistas a la montaña, pero no balcones. En cualquier caso, las habitaciones cuentan con paredes claras y telas amarillas y doradas que parecen llevar el sol al interior. El restaurante del hotel, Sa Concha, ofrece una terraza al aire libre para cenar cuando hace buen tiempo.