Hay secretos a voces y secretos muy bien guardados, que todo circula en la más absoluta confidencialidad. A estos últimos pertenece -como no podía ser de otro modo, por su nombre- Petit Komité, un íntimo, discreto y selecto restaurante recién abierto y camuflado entre lo que hoy se conserva de ese Galdakao ancestral y bucólico, de intrincados bosques y praderas verdes con ermitas aisladas y recios caseríos.Petit Komité despliega sus contadas ocho mesas en "Iraragorri Etxea", un caserío que ancla sus orígenes en el siglo XV, manteniendo sus gruesas paredes de piedra y su poderosa estructura de vigas y pilares de madera de roble. En este universo de historia, pasado, presente y futuro y en un ambiente de íntima sobriedad, propicia para encuentros de negocios, amigos o románticos, se despliegan las ocho exclusivas mesas de Petit Komité.