Durante más de 150 años, la Plaça Reial ha sido el corazón de la Barcelona alternativa, romántica y de mala reputación. El Ocaña ha actualizado esa esencia en un espacio que recupera la belleza de la arquitectura original de 1856, incorporando muebles finos de madera noble, sillas de los años sesenta y obras de jóvenes artistas contemporáneos en un espacio multipropósito que cambia de día a noche: café, terraza, restaurante, club, Apotheke. Con una cocina simple pero sorprendente, una selección de bebidas que invita a descubrimientos reveladores y una variedad de almíbares y jarabes caseros que nos devuelve a los orígenes artesanales de la coctelería. Un lugar donde se puede vivir el ritmo de la nueva Barcelona que se agita bajo la ciudad turística: romántica, pícara y underground, como la Plaça Reial.