Los Picassos de paella son los cocineros en las extensas cocinas de La Pepica. El restaurante da a Playa Malvarrosa, pero si se acerca desde el lado de la ciudad, puede caminar a través de esas cocinas hacia el comedor. La Pepica ha cautivado a la realeza, a las estrellas de cine y, sí, incluso a Ernest Hemingway, con sus espectaculares mariscos y sus múltiples versiones de paella desde su fundación en 1898. Pida la paella, y no dude en tomar fotos cuando el camarero en rayas chaleco y pajarita trae la sartén para la presentación antes de llevarlo a una estación para el chapado. El lugar es enorme, con capacidad para más de 400 comensales, pero cada mesa recibe un servicio impecable. La paella La Pepica es el punto de referencia para el plato en cualquier parte del mundo.