El Tío Ché es un símbolo entre las buenas horchaterías y heladerías de Barcelona. Aunque su rostro está abierto a las fronteras de Cataluña está entre las mejores de España, según el diario ABC entre otros, al ubicarla en los primeros puestos de preferencia. Lugar obligado de todos los vecinos de Poblenou, su origen es parte de la historia común de los valencianos que llega a la ciudad a tentar suerte y al tiempo llegaba, vendían horchata por las calles. Así es como Pere Joan Iborra inicia la tradición familiar de cuatro generaciones ofreciendo con una jarra la bebida por las calles de la ciudad: "Ché, prueba esto". Tan familiar como persistente fue el Tío Ché que su nombre se popularizó primero en la Barceloneta, donde encalló sin querer, mientras llegaba un barco para ir a las Américas. Pero luego ancló en Pueblo Nuevo, donde la familia continúa dando un toque de sabor a la vida de miles de vecinos de toda la vida.