El Puertito de Felipe V, en apenas unos meses desde su apertura a finales de verano, se ha convertido en un lugar indispensable para visitar cuando uno se acerca al Madrid de los Austrias, justo al lado de la mítica Taberna del Alabardero. El lugar albergó uno de los talleres de guitarra española con más solera de la capital.Situado en una de las calles peatonales que desembocan en la Plaza de Oriente tiene una de las terrazas más bonitas de la zona, completamente climatizada y con una iluminación muy original, desarrollada por ellos mismos, con Led’s incorporados a las mamparas que da una luz completamente diferente y acogedora, desde la que se puede divisar las mejores vistas del Palacio Real. Gracias a sus “setas de calor” y a sus amplias cristaleras, es un lugar perfecto al que poder acudir los doce meses del año.Sobre su mesa, recetas deliciosas que destacan por el respeto al producto; hay que probar las Tostas de Pan de Cristal con Jamón y Queso, las Papas Arrugas con Mojo Picón, el delicioso Salmorejo, la Carrillera estofada con Puré de Batata o el Ceviche de Corvina con Ensalada de Aguacate...y mucho más. Y además tiene un detalle estupendo y muy importante y es que, todos los platos de la carta se pueden pedir en tres tamaños: Ración, Media Ración y TapaEsto ha sido un gran éxito en la otra sucursal que poseen y que triunfa desde hace más de tres años en el barrio de Salamanca, en la calle Lagasca, 81, llamada Puerto Lagasca.También se puede comer unas excelentes gambas, frescas del día, que se piden al peso.Se ofrece también una amplia y completa carta de vinos, así como una variada selección de bebidas para poder disfrutar de una tranquila copa “After Work”.Durante los días en que haya ópera en el Palacio Real u otras actividades culturales en teatros de la zona, se preparan unos Menús especiales (los llaman Menús Culturales) que se pueden comer rápidamente en el descanso. Están preparados para que no se tenga que pedir ni esperar sino que se ofrecen directamente a los clientes. Son platos con Tostas, tapas, pequeñas ensaladas, etc... que se degustan fácil y rápidamente.Y todo a unos precios muy ajustados que, la verdad, se agradece mucho en estos tiempos. Óptima relación Calidad-Precio. Excelente comida a precios más que razonables.El trato familiar y amable de este nuevo rincón de Madrid no les dejará indiferentes.