Los orígenes de El Portalón se remontan al año 1890. Se estableció en los que eran las antiguas cocheras de un noble palacio erigido en 1850 en el número 20 de la calle Banys Nous. La vía debe su nombre antiguo al emplazamiento de unos baños judíos medievales y sigue el trazado de la muralla histórica romana que defendió la ciudad de Barcelona durante más de 1500 años. Con el tiempo, El Portalón, dirigido por Gabriel y Sofía se fue forjando un nombre con carácter propio. Se convirtió en refugio de artistas, pintores, escritores, músicos, escultores, joyeros y viajeros. Mentes creativas y inquietantes que alentaron los encuentros multiculturales entre gentes venidas de todos los rincones del país.