Un encantador molino de agua del s. XVIII decorado con detalles rústicos y vigas de madera. Cuenta con un atractivo hall de entrada con chimenea, un pequeño comedor para postres (en lo que fue la capilla), dos comedores y un antiguo granero, que ahora se utiliza para reuniones privadas. Cocina tradicional actualizada, sin dejar de ser fiel a los ingredientes locales.