El chef-propietario Juan Ranas es romántico cuando se trata de cenar, y su "jardín" en una esquina del Mirador San Nicolás asume una especie de elegancia de cuento de hadas una vez que se encienden las velas. Sirve un excelente menú de tapas en la terraza del jardín de arriba, incluyendo sus cremosas croquetas. El comedor de la planta baja con mesas revestidas de lino y una gran cantidad de artículos de vidrio presenta una versión actualizada de clásicos andaluces. El hombro de cordero asado, por ejemplo, se cocina lentamente a una temperatura muy baja hasta que se deshace, y los pasteles moriscos combinan pequeños trozos de carne tierna y tenaz, así como trozos de berenjena.