En 2006 El Gato abrió sus puertas y desde entonces se convirtió en uno de esos "siempre populares" restaurantes. Inspirado por el espíritu de España, abrazamos una filosofía que conecta buena comida y estilo libre mediterráneo, resultando en un restaurante sin pretensiones conocido por su comida de calidad y un servicio amable que se ha convertido en un favorito entre los lugareños y tantos visitantes que regresan.