Justo dentro de las paredes de la ciudad vieja, este tradicional asador ha estado manteniendo a la ciudad alimentada desde 1939. Mientras mira alrededor del comedor (o alrededor de otras mesas en la terraza), verá grandes bandejas de madera con los lechones asados extendidos en la parte superior. También notarás que los otros comensales están pasando un rato festivo, sacando grandes porciones de cerdo súper tierno. El restaurante ofrece el mismo tratamiento de horno de leña a cordero lechal, cordero de año y pollos enteros. El resto del menú es un catálogo de comida de montaña castellana, desde la sopa de pollo a ajo hasta la florón (una especie de pastel de Segovia) servido en un charco de crema inglesa.