El inmueble donde se encuentra es una repleta de historia. Datos de construcción de los siglos XVI y XVII, y la principal novedad radica en que muros de 1,50 metros de espesor, han permanecido intactos hasta la actualidad. Además, el interior posee un antiguo pozo de agua de 25 metros de profundidad, testimonio de otra época. El piso superior del restaurante está rematado en su fachada por una pequeña capilla de la Virgen de los Dolores situada en el balcón del inmueble. El resto de la fachada está bellamente tapizada por una buganvilla plantada en 1986 por Don Juan Enrique Vieytes José y Don Ricardo Lombardi Madrid, sus primeros propietarios. Actualmente la buganvilla es uno de los elementos más reconocibles del restaurante con su altura de más metros.