En Doña Tecla no quisimos pensar en las necesidades del mercado, ni tampoco llenar un hueco en este momento de crisis, ni siquiera pensamos en montar algo diferente que al final no se diferenciara del resto. Sólo pensamos en crear un lugar que nos gustaría encontrar. Pensamos para nosotros, cocinamos para nosotros y decoramos para nosotros. Y así surgió, de nosotros para vosotros. Tan fácil y tan arriesgado. Sólo creamos sin pensar en nada más: Una carta pequeña con productos frescos y básicos. Sin grandes pretensiones pero con grandes resultados. Detrás de detalle que hacen una idea sencilla, un lugar único donde cada rincón y cada bocado hacen que todo sea especial y distinto. Un lugar donde te apetece estar. Ni más ni menos