Ubicado a 80 metros de la Catedral, justo en el centro del casco antiguo de Santiago, se encuentra este acogedor bar conocido desde 1949 por su tradicional y de calidad. Especializado en sándwiches y platos, combinación perfecta con una cerveza gallega fresca o un buen vino por un precio perfectamente asequible. El calamar, la tortilla española o los sadwiches de jamón asado son una apuesta segura. Si eres intolerante al gluten, pregúntale al camarero.