Esta es una pequeña joya en el centro del pueblo. Sus anfitriones, Joaquín y su familia, brindan comida genial y una cálida bienvenida. El sentido de la diversión de Joaquín es adorable y hace que la visita sea memorable sin ser intrusiva. Los precios son buenos y las porciones excelente - suficiente para compartir fácilmente en algunos casos. Su objetivo es agradar. Familiar, cocina casera real que debe probar este lugar!