Desde 1963 hasta hoy, ha habido tres generaciones que han contribuido con su esfuerzo y trabajo para disfrutarlo frente a un plato de comida. Lo que era un trinquete se ha convertido en una casa de amigos, en un punto de encuentro y sobre todo, una referencia gastronómica para conocer esta bella ciudad. Usted está en el mejor lugar para degustar la auténtica cocina casera típica como la Olleta de Càlig con sus "fesols i cardets" estofado de cordero, rata caldo, etc. En definitiva, se come como en casa.