Uno de los bares más típicos de Madrid, que abrió sus puertas al público un viernes 30 de octubre de 1970. Enclavado en plena Plaza de Cascorro, junto al Metro de La Latina, ofrece sus clientes raciones clásicas, con calidad y buen precio. Es un negocio familiar por el que han pasado tres generaciones de Martínez y en el que, los domingos, con el rastro, abre una ventana al pasado por la que se llama una forma distinta y auténtica de saborear a los bares madrileños.