El Perú le dio a "Raíces" el rigor de su cocina y unidos a los aportes de otras culturas forman hoy parte del rico patrimonio gastronómico peruano. Adentrándonos en un mundo nuevo, el miedo a lo desconocido es aquello que nos impide avanzar, es aquello que no está lejos sino dentro de uno mismo. Aventurarnos por caminos nunca recorridos y desaprender para abrir paso, ser libres, es nuestra meta.
De los antiguos peruanos heredamos, además de tradiciones y conocimientos, una incontable gama de ingredientes y productos como la papa, la quinua o la lúcuma.
Éstos, unidos a los aportes de otras culturas como la europea, africana y asiática, forman hoy parte del rico patrimonio gastronómico del Perú.
Tres culturas milenarias se juntan. Un nuevo camino se abre. Y con ello, nace un sabor cargado de remembranzas y de vanguardia, fruto de almas que no son gemelas pero que sí comparten una misma ilusión.
El Perú le dio a Raíces el rigor de su cocina: limpia, filigrana; pues la mano del hombre que lo produce es delicada y serena. Son sabores quietos, emblemáticos, antiguos, que no amedrentan pero sí nos atrapan.
La finalidad de nuestras sensaciones no sólo comienza en un encuentro hacia lo desconocido, sino que se busca el reencuentro del paladar para así seguir descubriendo este gran mundo lleno de cultura y sabor.